junio 11, 2007

Importancia de una ley de ejercicio profesional

Lamentablemente, los traductores e intérpretes no cuentan con una ley que les brinde el amparo legal que todo profesional universitario requiere. Por ello, es difícil exigir que nuestra profesión se reconozca como tal y muy fácil que cualquiera la pueda ejercer. Simple y llanamente, porque no existe ninguna ley que exprese que para ejercer la profesión de traductor o intérprete hay que ostentar un título. Los únicos que gozan de este privilegio son los intérpretes públicos, quienes teniendo o no un título universitario, poseen un título, un sello y una ley que los reconoce como tales. Nadie que no sea intérprete público puede traducir, firmar o sellar documentos que por ley requieran ser traducidos por intérprete público.
Tal vez debiéramos preocuparnos más por cambiar esta situación. Nadie lo hará por nosotros. Cuando visitó el sitio Web de la Asamblea Nacional, me enorgullece ver como profesionales de todas las ramas del saber se han unido para elaborar su proyecto de ley y presentarlo ante la Asamblea para su discusión y aprobación. Siempre me pregunto ¿Será que los traductores e intérpretes son los únicos profesionales en el país a quienes no les importa que su título sólo sirva como elemento decorativo para colgarlo en la pared?
Después de tantos años de fundada la Escuela de Idiomas Modernos, la cantidad de egresados es ya suficiente para iniciar en serio la formulación de nuestro anteproyecto de ley. Se han dado los primeros pasos, existe un anteproyecto redactado por algunos de los primeros egresados, pero que nunca se concretó. También se han celebrado algunas reuniones para retomar está iniciativa, falta el apoyo y concurso de más voluntades. Trabajemos juntos para hacer valer nuestros títulos.

Según reza nuestra constitución:

“La ley determinará las profesiones que requieren título y las condiciones que deben cumplirse para ejercerlas, incluyendo la colegiación.”
Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela, artículo 105

En consecuencia, una ley del ejercicio profesional es el marco legal que permite:

1. Generar un mecanismo de protección al ejercicio profesional; así como establecer deberes y derechos y definir el campo del ejercicio profesional.
2. Garantizar que el ejercicio profesional tenga el carácter de función social que le es inherente.
3. Asegurar que el trabajo profesional sea retribuido de acuerdo a la importancia del servicio prestado.
4. Estimular el progreso científico técnico y material de los profesionales y de sus asociaciones legalmente constituidas.
5. Permitir la creación de un colegio nacional, corporación de derecho público, dotado de personalidad jurídica que vele por el cumplimento de la ley de ejercicio profesional y su reglamento, del código de ética y de las resoluciones internas del colegio; proteja a sus miembros mediante y ampare los derechos de sus asociados.

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