febrero 13, 2009

Umberto Eco publica en España su nuevo ensayo sobre traducción: Decir casi lo mismo. La traducción como experiencia

En una reciente entrevista concedida a El País, Umberto Eco nos obsequiaba con una de sus 'perlas filosóficas': "El que se sienta totalmente feliz es un cretino". El autor de El nombre de la rosa y El péndulo de Foucault, nos deleita ahora con su último ensayo dedicado a la traducción.

'Traduttore, traditore', dice un refrán italiano; sin embargo, antes que juzgarlo como un traidor, Umberto Eco prefiere considerar al traductor un artesano de la palabra. Después de interpretar un texto extranjero y tener en cuenta todos sus matices, el traductor negocia con su propio idioma para que la palabra traducida sea capaz de incorporar los valores, y no solo los significados, de una cultura ajena. Traductor él mismo, Eco no se limita a la teoría, sino que compone este libro basándose en ejemplos prácticos y proponiendo incluso una divertida versión del Génesis, tal como la ofrece el traductor automático de Altavista.

Decir casi lo mismo: la traducción como experiencia, es un libro ameno, didáctico, que conserva el tono de las conferencias –dictadas en Toronto, Oxford y Bolonia– que lo inspiraron. Además de prestigioso semiólogo, veterano polemista, prolífico ensayista y convencido humanista, Umberto Eco es uno de los novelistas que más éxito ha cosechado en el mundo entero. La experiencia de ver traducida su vasta obra a tantas lenguas le ha dado la privilegiada oportunidad de acercarse a los problemas concretos de la traducción y extraer una serie de conclusiones reveladoras, útiles, muy persuasivas. La cuestión central radica en la pregunta ¿qué quiere decir traducir?, y en la respuesta que Eco ofrece y explica: decir casi lo mismo. A primera vista, podría parecer que todo el esfuerzo se centra en definir o acotar ese «casi» pero enseguida surgen dudas en torno al propio «decir» e incluso en ese «lo mismo». De la pregunta a la respuesta, este libro constituye una de las aportaciones más brillantes y diáfanas a la eterna discusión sobre las traiciones de los traductores.

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