octubre 30, 2007

Iberolenguas – El portal del Centro Iberoamericano de Terminología

El proyecto IBEROLENGUAS es el resultado de una larga maduración y de un minucioso trabajo de investigación que se iniciaron en 1980, con el Primer Simposio Español sobre el Traductor y la Traducción, celebrado en Madrid con la participación de traductores de casi todos los países de Europa. Y que continuaron, entre 1981 y 1984, en el seno del Centro Regional para Iberoamérica, de la Federación Internacional de Traductores (FIT). Consolidándose más tarde, en el Primer Congreso Iberoamericano de Traductores (Madrid, 1982), que reunió, por primera vez, a los representantes de las asociaciones, las escuelas de traductores y los programas de terminología de 12 países iberoamericanos, de España y de Portugal.
Este congreso supuso un cambio radical en la percepción que los participantes tenían de los asuntos relativos a los idiomas compartidos y fue el comienzo de los fructíferos intercambios que a partir de ese momento empezaron a mantener las instituciones que habían sido invitadas y que hasta entonces se ignoraban del mismo modo que se daban la espalda unos a otros los países iberoamericanos. Otro acontecimiento que le dio un impulso decisivo al proyecto IBEROLENGUAS se produjo en 1987, cuando un grupo altamente representativo en el ámbito de las tecnologías de la información, de la ingeniería lingüística y de la terminología, constituido por organismos, instituciones y profesionales de Iberoamérica, España y Portugal se reunió en Madrid con motivo de la "Exposición de Lingüística Informática y de Terminología Científico-Técnica" en cuya clausura se presentó el llamado "Manifiesto de Madrid".
El Manifiesto es la primera declaración de principios que sentó las bases para una acción conjunta en defensa de las lenguas peninsulares, en general, y de su terminología científica y técnica en particular; y también la consiguiente respuesta coordinada para evitar la progresiva colonización de nuestro idioma por parte del inglés. Colonización que facilita aún más la presencia innecesaria de términos originales o de traducciones y adaptaciones impropias procedentes de dicho idioma en los campos científico y tecnológico que van mermando paulatinamente las posibilidades del español de entrar en el siglo XXI como lengua de cultura y de comunicación en todos los campos del conocimiento humano.
El "Manifiesto de Madrid" también marca un punto de inflexión en el campo de la terminología española. Permite hablar de un antes y un después en la medida en que ya no es una institución, privada o pública, ni un organismo nacional de alguno de los países hispanohablantes o de minoría hispanohablante el que manifiesta su preocupación por el rumbo que está tomando la terminología. Fue el fruto de la primera reflexión conjunta de los representantes de más de treinta instituciones nacionales e internacionales de Iberoamérica, España y Portugal. Pero no el único fruto. En la "Exposición de Lingüística Informática y de Terminología Científico-Técnica" de Madrid se gestó también, para predicar con el ejemplo, la "Red Iberoamericana de Terminología", RITERM, que agrupa a centros de investigación terminológica del español y del portugués; y la revista Terminómetro, editada por el organismo intergubernamental Unión Latina.
A pesar de la importancia objetiva de estos acontecimientos, del número de personas e instituciones involucrados, de la moderada repercusión que tuvo en la prensa, de las ulteriores reuniones de especialistas a que dio lugar en diferentes países del ámbito hispano-lusófono, a pesar de ello, no se puede decir que el "Manifiesto de Madrid" haya despertado las conciencias dormidas tanto de las instancias públicas como de la iniciativa privada. Eso sí, aumentó el sentimiento de urgencia de quienes teníamos ya una conciencia aguda del problema. Con todo, no cabe duda de que algo se ha avanzado no sólo en el campo de la terminología sino también en el de la lexicografía y en el de la enseñanza del español. Ahí están para atestiguarlo el Corpus de Referencia del Español Actual (CREA), y el Corpus Diacrónico del Español (CORDE), obras magnas de las Academias de la Lengua Española, y la intensa labor de difusión del español en todo el mundo que lleva a cabo el Instituto Cervantes.
http://www.iberolenguas.com/

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tres intiresno, gracias