mayo 24, 2007

La gimnasia traslativa

A través de los años como profesional de la traducción he aprendido que es necesario mantener una rutina de gimnasia traslativa para evitar el atrofiamiento y rigidez por desuso de los músculos de la traducción. Se trata de ejercicios variados y frecuentes entre un encargo y otro de traducción para ejercitar los músculos de la traducción y fortalecerlos. ¿No les ha ocurrido que después de una semana o más sin traducir, no encuentran la palabra o frase exacta o la redacción no fluye como debe ser? Ese es el síntoma típico de la falta de gimnasia traslativa.

La rutina consiste principalmente en ejercitar habilidades y destrezas para mantenerse listo y en forma para el próximo encargo. Un ejercicio que disfruto mucho es el de traducir textos al azar de manera inusual, como por ejemplo traducir sin leer el texto completo y comenzando por cualquier parte. Después dejo la traducción a un lado y en otro momento libre, leo todo el texto, investigo, elaboro la terminología, analizo las dificultades y lo traduzco completo. De esta forma, puedo medir mi capacidad o falta de capacidad de improvisación y respuesta rápida a dificultades de traducción, al revisar los textos traducidos, sin preparación ni conocimiento del texto y compararlos con la traducción razonada y trabajada. Este ejercicio sirve de mucho para convencerse de que el desconocimiento de la totalidad del texto y la falta de trabajo previo antes de la traducción, casi siempre produce resultados desastrosos y sirve además para abstenerse, aunque el encargo sea voluminoso, de empezar a traducir, sin antes leer bien y familiarizarme con el texto. La tentación siempre está al acecho, conocer los resultados de caer en ella, nos ayuda a evitarla.

Otro excelente ejercicio, es anotar todas las expresiones que escuche o lea durante el día y que me parezcan muy difíciles de traducir, las colecciono y las guardo en un archivo para usarlas después como ejercicios. Primero, traduzco a la segunda lengua y las guardo. Después de un tiempo, vuelvo a traducirlas al español. Es interesante descubrir cómo se olvidan las frases exactas en español y ver los cambios que se producen al traducirlas del inglés. También, es sorprendente descubrir como quedan grabadas en la memoria exactamente las unidades de mayor dificultad. Este es un ejercicio de memorización como ningún otro.

Otra rutina efectiva, es revisar traducciones ya realizadas por uno mismo y buscar nuevas y mejores opciones de traducción. En el apuro del cumplimiento del plazo de entrega, no se puede dedicar tiempo a la creatividad desbordada, pero después con más tiempo y sin presión, se pueden buscar varias formas de traducir una misma frase, oración o párrafo, analizarlas, criticarlas, compararlas y elegir alguna que nos parezca la más acertada de todas y justificar la elección. Este ejercicio nos permite detectar errores para no volverlos a cometer jamás, profundizar el dominio de los recursos sintácticos semánticos y estilísticos, mejorar la capacidad de autocorrección y autocrítica y afinar las técnicas y métodos de traducción. .

Traducir pequeños trozos de autores o temas que nos atraen y fascinan por pura diversión es excelente, porque nos conecta con la pasión por lo que hacemos. Lamentablemente, muchos de los trabajos no son tan divertidos ni estimulantes como quisiéramos, pero si de vez en cuando, buscamos despertar el gusto por nuestra labor diaria, empezamos a disfrutar más cada encargo por desmotivante que éste sea.

También es excelente el análisis y critica de textos bilingües publicados en sitios Web institucionales, empresariales o de cualquier índole, para encontrar otras formas más originales de expresar las ideas, aprender vocabulario especializado desconocido, y quizás hasta para reírse o llorar un poco con los desatinos, incoherencias o barbaridades con las que a veces uno se encuentra en los sitios bilingües o plurilingües en la Internet.

Otro ejercicio que forma parte de la rutina es el de redacción con palabras propias de diferentes tipos de textos. Por ejemplo, las instrucciones para manejar un equipo electrónico cualquiera, una nota de prensa sobre cualquier acontecimiento, un anuncio publicitario, en fin cualquier texto que se me ocurra. Siempre cambiando de tipo texto cada vez que se haga el ejercicio para poder ejercitarme en diferentes tipologías textuales. Escribir los textos libremente en un principio, pero después investigar sobre el tipo de texto, buscar ejemplos de textos bien escritos, y revisar el texto nuevamente para mejorar la redacción de acuerdo con lo investigado. Este ejercicio nos da mucha versatilidad de redacción, nunca sabemos qué texto nos va a tocar y es mejor conocer la mayor cantidad de tipos de textos posibles y saberlos redactar bien o por lo menos tener una buena bibliografía con ejemplos para cuando se presente la oportunidad.

A veces aventurarse a armar textos con ideas sueltas de diferentes textos y tratar de darles sentido y coherencia, resulta ser un juego entretenido que nos obliga a pensar de otra manera y a buscar estrategias de organización y redacción que de otra forma no se nos hubieran ocurrido. También reflexionar sobre cualquier tema y escribir nuestras reflexiones, nos aligera la palabra y la pluma. La redacción en la lengua materna es quizás uno de los obstáculos más difíciles a vencer para el traductor. Todo traductor tiene que saber escribir bien y escribir por cuenta propia, no por cuenta ajena como cuando traducimos.

Ejercitarse da elasticidad y soltura. Se es traductor profesional cuando la práctica es constante y se es honesto con el cliente cuando se dedica tiempo y esfuerzo para dejarlo satisfecho con nuestros servicios. Lo logramos, si somos buenos traductores cuando el deber nos llama, pero también cuando nos planteamos nuestros propios retos y afrontamos nuestra profesión con creatividad y esmero. El placer de traducir no es tanto con los encargos de trabajo reales cuando la presión y la obligación nos distraen. Disfrutar, experimentar y gozar la traducción sólo es posible cuando la afrontamos como una práctica gimnástica divertida, capaz de hacernos superar nuestras barreras y el límite de nuestras posibilidades.

En fin, para desarrollar y fortalecer los músculos, cualquier rutina puede resultar válida, sin embargo, su efectividad en el tiempo dependerá en gran medida de la iniciativa, constancia e imaginación de cada quien.